Athos

Te has ido como siempre había soñado: tras una larga vida, sin agonías, sin dolor, en casa, en los brazos de Patricia…

El único problema es que yo no estaba allí.

Estaba más lejos que nunca de ti, cumpliendo otro de mis locos sueños de perros. Espero que puedas perdonarme…

Llevo semanas pensando en lo que has significado para mí, en la influencia que has tenido sobre la persona que soy hoy y en el hecho de que, de alguna manera, tu iniciaste este viaje que me ha separado de ti en tus últimas horas.

Sería irónico si no fuera trágico. Como lo son también todas las cosas a las que hemos tenido que renunciar por seguir este camino (probablemente sólo otros criadores entenderán esto en toda su dimensión)

Esta foto es el recuerdo de una vida que ya no existe. Cuando solo éramos Patricia, tu y yo. Cuando eras MI PERRO. Cuando eras NUESTRO PERRO. Ahora nuestra vida son los perros, pero hubo un día en el que sólo había un «NUESTRO PERRO». Y eso ya no volverá. Como tampoco volverán la ilusión, la inocencia y el idealismo de aquellos años. Las mismas cosas que nos empujaron a dedicarnos a lo que hoy hacemos, y me han separado de ti en tu último aliento.

Contigo se ha ido el último vestigio de esa vida que ya no existe.

Ahora te llevo en un colgante junto a mi pecho, que se enredará en las patas de los cachorros cuando juguemos, que acariciaré nervioso mientras atiendo un parto, que besaré antes de entrar en el ring, que golpeará mi pecho al pasear por tus caminos favoritos… siempre estarás conmigo… en cada momento de esta otra vida que tú creaste.

ATHOS ❤ 09.02.2007 – 16.07.2021

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