Athos
Te has ido como siempre había soñado: tras una larga vida, sin agonías, sin dolor, en casa, en los brazos de Patricia… El único problema es que yo no estaba allí. Estaba más lejos que nunca de ti, cumpliendo otro de mis locos sueños de perros. Espero que puedas perdonarme… Llevo semanas pensando en lo …