Estimulación temprana en cachorros de Golden Retriever

A lo largo de los 10 últimos años, nos hemos formado de manera profesional en el área del comportamiento canino, especializándonos en crianza y bienestar. Los conocimientos adquiridos nos han permitido diseñar e implementar un programa de socialización de cachorros y estimulación temprana pionero en España. Este programa tiene como objetivo entrenar las situaciones novedosas y/o potencialmente incómodas o aversivas para el cachorro, con la finalidad de mejorar sus capacidades de afrontamiento y de gestión emocional.

Los resultados de este programa son cachorros que se distinguen por sus capacidades cognitivas y de gestión emocional. Esto se traduce en cachorros especialmente equilibrados, capaces de afrontar con solvencia situaciones complejas a nivel emocional: Perros y familias más felices.

Pero…¿en qué consiste exactamente este programa?

Las primeras 48 horas de vida son críticas para la supervivencia de los cachorros, por eso les supervisamos a ellos y a la mamá 24 horas al día, asegurándonos de que todos mantienen una temperatura adecuada, están bien atendidos por su madre, cogen peso y se alimentan adecuadamente.

Una vez termina este periodo, al tercer día de vida, comienza el programa de estimulación temprana

Los cachorros nacen sin la capacidad de ver y oír. Por eso, durante los primeros días, la estimulación que aplicamos es de carácter táctil, contrastes de frío / calor y orientación espacial: aplicamos técnicas con las que aprenden a tolerar la manipulación y a gestionar correctamente pequeñas molestias. Sus ojos y oídos permanecen sellados hasta más o menos el día 12 de vida. Es entonces cuando un nuevo mundo de estímulos se abre para ellos. Es también cuando empieza la segunda fase de nuestro programa de estimulación temprana. Comienza el trabajo con los estímulos auditivos y visuales…a descubrir el mundo! 

Durante esta etapa es especialmente relevante el trabajo a nivel de estimulación auditiva, un sentido especialmente sensible e importante en el perro, pues muchos de los problemas de gestión emocional provienen de una mala gestión de los estímulos percibidos por el oído: petardos, tormentas, etc

Poco después de abrir los ojos y oídos, los cachorros empiezan a interactuar mucho más con su entorno y empiezan a dar sus primeros pasos. Hacia la cuarta semana, comienza una etapa fascinante, la de la interacción social. Es la etapa del reconocimiento de otros sujetos sociales, y con ella llega el juego, la comunicación y el desarrollo de otros mecanismos sociales con otros perros y humanos.

En esta etapa nos centramos en todo el desarrollo motor y propioceptivo: su parque de juegos está especialmente diseñado para ayudarles a desarrollar estas capacidades: es el momento de afrontar retos como rampas, escalones, puente colgante, diferentes texturas de suelo, balancines y superficies inestables…tu cachorro desarrollará estas capacidades mientras juega, se divierte y se enfrenta a situaciones novedosas y desafiantes, lo que le permitirá seguir desarrollando esas capacidades de gestión de estímulos de las que hablábamos antes.

Entre la sexta y la octava semana les damos acceso a un parque de juegos más complejo y con más elementos que les permiten seguir desarrollando estas capacidades antes de emprender el camino con sus nuevas familias. Por eso, cuando tu cachorro llegue a casa, y enfrente una situación nueva, será capaz de gestionarla mucho mejor, aunque no haya experimentado nunca algo igual: porque está «entrenado» en gestionar situaciones novedosas 😉

El término estimulación temprana se ha popularizado en los últimos años entre la comunidad de criadores. Muchos te hablarán de que aplican estas técnicas, pero la mayoría trataran de pasar de puntillas sobre el tema, pues lo cierto es que muy pocos tienen la formación necesaria en este ámbito como para hablar con propiedad de ello. Difícilmente entrarán al detalle, pues casi ninguno posee una formación y conocimientos sólidos. Hay una enorme diferencia entre «ponerle música y ruidos» a los cachorros y diseñar y aplicar un programa estructurado que ofrezca garantías y resultados. Algunos criadores puede que incluso aprendan a aplicar correctamente un programa diseñado por un comportamentalista cualificado, pero la falta de conocimiento, suele llevar a errores de aplicación en el programa.

Busca siempre un profesional titulado en comportamiento canino, que sea capaz de hablarte con detalle de estos conceptos y técnicas. Pregunta al criador sobre los niveles de emoción o la intensidad que aplica: es en el nivel de molestia? mayor, menor?, Si agendas una llamada con nosotros, con gusto te explicaremos estos conceptos. Sólo aquel que tiene una formación sólida en comportamiento canino, podrá darte respuestas contundentes a estos conceptos 😉

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